LUIS ABELARDO TAKAHASHI NÚÑEZ

Luis Abelardo Takahashi Núñez nació un 22 de noviembre de 1926 en la ciudad de Ferreñafe. Sus padres fueron el japonés Sakuzo Takahashi, natural de la ciudad de Fukushima y la peruana Tarcila Núñez Delgado.

Formó parte de la generación de descendientes de inmigrantes japoneses del período de preguerra nacidos en el norte del Perú, lugar donde un alto porcentaje de inmigrantes japoneses se vinculó sentimentalmente con mujeres de raíces indígenas. El compositor del vals "Engañada" fué uno de los representantes de la unión de ambas etnias.

Primero fué relojero, en el centro de Lima. Después cronista. La nostalgia, estar fuera de su tierra natal. Ferreñafe, le llevaron a perennizar sus primeras composiciones. Así nació "Engañada" hace ya casi 50 años. Las campiñas de su amado Ferreñafe lo inspiraron para crear valses, marineras, y tonderos como "Que viva Chiclayo", "Sacachispas", "Lucía", "Con locura", "Embrujo", "Mal paso", entre otras producciones que han hecho famosos a artistas de renombre como Eva Ayllón y José Escajadillo.

Lugares como las picanterías de Rosita Inga, Teófila Tantarico y el fundo de Cristóbal Salazar sirvieron de inspiración para consolidar la creación de Luis Abelardo. Sin embargo fue la vivienda ubicada en la calle San Martín de Ferreñafe donde, acompañado de su vieja guitarra, compuso sus mejores obras que luego le permitieron obtener importantes distinciones como un Disco de Oro, las Palmas Magisteriales entregadas por el Ministerio de Educación y otros reconocimientos otorgados por Apdayc.

Le compuso al deporte, en especial al fútbol, pues era fanático. Alli está "Que viva el ciclón", "Idolo", "Señor Didí", y "Tú si puedes", dedicado al Cienciano del Cusco. "El Chino" Luis Abelardo también le cantó a la japonesa Renko Miyazawa, entre otros.

Sus reconocidas composiciones también han cruzado las fronteras. Se escuchan canciones de su puño en España, en tiempo de salsa, y en los Estados Unidos de Norteamérica.

Tenía la idea de editar su libro que había escrito años atrás: "Los Huacos Silbadores de Tungula" lo cual no pudo realizar porque el mal que tenía se lo impedía.

Creador de mas de 200 canciones populares de diferentes géneros como marineras, tonderos, huaynos, valses, himnos, pasillos, polkas. Takahashi Núñez interpretó también diferentes instrumentos musicales como la guitarra, el bayo y el tiple. Además de ser compositor también cantaba.

Este compositor llegó a Japón en 1996 para residir en la ciudad de Komachi y seis años después los médicos le detectaron un cáncer que se manifestó a través de diferentes tumores de varios tamaños en el rostro, los cuales fueron extirpados el 4 de abril y el 8 de mayo del 2002.

Una vez que se estableció en el archipiélago nipón, Abelardo Núñez, volvió a realizar presentaciones con su conocida Peña Tricolor, insitución que él mismo fundó en Lima.

Al verse la salud de Luis Takahashi Núñez deteriorada perdiendo el apetito se sumergió en un estado depresivo, que lo obligó a dejar de llevar su vida cotidiana como navegar por internet para conocer las últimas noticias de su patria.

Luis Abelardo, amigo de compositores bohemios, de periodistas reconocidos como: Manuel Acosta Ojeda, César Lévano, Jorge "El Cumpa" Donayre, Carlos "El Chino" Domínguez, Oscar Avilés. Intimo de futbolistas de los clubes grandes como Alianza Lima, Universitario. Hincha del gran "Cañonero" del balompié "Lolo" Fernandez, no lucía buen salud los últimos días. Ya no probaba alimentos. Su delicado estado le impidió poder viajar al perú para celebrar no solo su cumpleaños(22 de noviembre) sino también el Dia de la Canción Criolla(31 de octubre) junto a sus amigos de varias décadas.

La muerte de Luis Abelardo Takahashi, se produjo el lunes 19 de diciembre a las 10:25 de la mañana en el hospital Aichi Ikka Daigakuku de la ciudad de Komachi en la prefectura japonesa de Aichi. A sus 79 años de edad, un paro cardiaco lo atacó.

Sus restos fueron velados en la Iglesia de Kasugai, hasta donde acudieron sus familiares y amigos. El martes 20, se ofició una misa que culminó a las 11 de la mañana. Posteriormente una caravana, integrada por su viuda Nila Bautista, sus siete hijos, nietos, demás parientes y amigos, partió hacia Osaka, en donde una funeraria amortajó el cuerpo, para ser enviado hacia el Perú.

Compositor de nota. Hombre de gran pluma, soberbio componiendo al instante, gran relator de anécdotas, criollo de los buenos.

Luego del arribo al Aeropuerto José Quiñones Gonzales de Chiclayo el féretro de Abelardo Núñez acompañado de su esposa e hijos, recibió el saludo de miembros  de diversas instituciones culturales lambayecanas para luego dirigirse hacia su ciudad natal. El arco de entrada a Ferreñafe se convirtió en el escenario de una gran acogida al extinto compositor. Los aplausos del pueblo ferreñafano se combinaron con los acordes de la banda de músicos de la Policía Nacional y el garbo de una estampa de cabalos de paso.

Escoltado por una gran comitiva, recorrió la avenida Cáceres y las primeras cuadras de la calle Nicanor Carmona. Su ingreso a la Plaza de Armas fue anunciado por el repique de campanas de la Iglesia Santa Lucia.

Posterior a la bienvenida por parte de la Cantata del Señor de Sicán en la Plaza de Armas y su recorrido por la misma, el féretro de Takahashi Núñez fue instalado en el frontis del Palacio Municipal para recibir uno de sus primeros homenajes, el baile de la salerosa marinera "El Chisco Silbador" a cargo de la Escuela de Arte y Cultura de Ferreñafe.
La casa de su hermana Amanda Takahashi fue su siguiente destino para ser velado por unas horas y luego trasladado al Santísimo de la Iglesia Santa Lucia, donde lo resguardó una escolta de honor conformada por ciudadanos ferreñafanos. Por la noche, afinadas guitarras y voces del criollismo deleitaron en una gran serenata al público ferreñafano con las composiciones del "Maestro" Abelardo Núñez. Al día siguiente continuaron los homenajes.
Los relojes marcaban las tres de la tarde del viernes 6 de enero y la Iglesia "Santa Lucía" recibía los restos mortales del "chino" Abelardo. El párroco de la provincia presbítero Bernardino Gil Hernández, ofició una misa de cuerpo presente en su honor y en su homilía resaltó la humildad y el amor al terruño que lo vió nacer. Posteriormente al toque de campanas y sirenas el féretro siguio el camino a su última morada, acompañado de un mar humano.

A su paso por el Arco llamado "Cosmovisión Sicán" ubicado al inicio de la ex alameda, el alcalde de la ciudad Juan José Salazar García y la esposa del extinto cantautor develaron una placa a nombre y como homenaje de todos los ferreñafanos, asi mismo los artistas ferreñafanos Isaias y Próspero Bautista Palacios entonaron la canción "El puente". En la Institución Educativa 10056 una alumna le dedicó la canción "El Arbol" y Rodolfo Sencie le entonó una melodia.
Arco de flores y frutas esperaban el cuerpo de Luis Abelardo Núñez al ingresar al cementerio "El Carmen". Allí dos de sus amigos Herminio Elías Añi y César Reyes Ubillus le dedicaron un responso.
Luego que el Alcalde de la ciudad Juan José Salazar García, manifestó que Abelardo había cumplido su reiterada y terca voluntad de que su sepelio sea una convocatoria a la alegría popular y que nadie profiriera ni un lamento cuando un personaje como Abelardo, suba a los cielos.
"Llévate, para siempre el cariño de la gente de esta tierra que te vió nacer y triunfar, y que mantuvo a tu inspiración en un asedio permanente hasta convertirse en una de las notables expresiones del cancionero nacional peruano", manifestó el burgomaestre de la ciudad de la doble fe.
Fué asi como uno de los más grandes vates del criollismo nacional, nacido en una de las provincias de Lambayeque: Ferreñafe, dejaba este mundo, y el homenaje de su paisanos que lo quisieron y lo respetaron hasta el último día que estuvo presente.
Para ustedes lectores este homenaje extraído y editado del quincenario ferreñafano publicado por la Municipalidad Provincial de Ferreñafe.
Quien quiera rendirle homenaje, su tumba queda ingresando por el paseo de los Apóstoles del Cementerio "El Carmen" de Ferreñafe a la izquierda: Una estatua del "Chino" bajo un árbol, con su guitarra, simula una permanente y perpetua disposición a la composición y canto.